Apple ha sido capaz de ampliar el espectro de los distintos tipos de clientes del Watch de forma muy clara, y es que partiendo desde los 480€ del modelo más económico “Sport”, hasta los 11.000€ del modelo “Edition”, existe un trecho muy largo. Obviamente, la colección que está construida a partir de una pieza sólida de oro amarillo o rosado y de 18 quilates, está enfocada a un sector muy concreto y exclusivo, ese sector por el que otras marcas tradicionales llevan luchando durante más de 50 años.
Según el estudio que ha realizado la firma “Netbase”, la cual ha medido las interacciones sociales de más de 700 millones de comentarios a lo largo de todo el pasado 2015, otorga al Apple Watch la primera posición dentro del ranking de marcas de relojes de lujo. Curiosamente es el único smartwatch que se puede encontrar dentro de la lista, sin existir ni rastro del Gear S2, ni del Moto 360, ni Huawei Watch u otros modelos que también han tratado de acercarse al sector del lujo.
Resulta increíble cómo Apple ha sido capaz de desbancar de su trono a una marca como Rolex, una emblemática compañía relojera que lleva muchos años siendo el gran estandarte del lujo, al menos en lo que respecta en la relojería. Si nos acercamos al ranking de marcas de lujo en general, Apple se posiciona en un cuarto puesto sorprendente, por detrás de compañías históricas del sector de la moda como Chanel. El iPhone y el Apple Watch también se cuelan en esta lista como marcas independientes, llegando a ocupar los puestos 11 y 13 respectivamente.
Aunque a Apple siempre ha preferido autodefinirse como una compañía electrónica de consumo generalista, y de hecho podríamos considerarlo teniendo en cuenta los millones de dispositivos que mueve en mercados y sectores muy diferenciados, lo cierto es que tanto precio como nivel de detalle de todos sus productos siempre la han situado en una especie de categoría exclusiva y de semi-lujo.
Apple ocupa la 4ª posición dentro del ranking de marcas de lujo, el iPhone la 11ª y el Apple Watch la 13ª.
El Apple Watch representa posiblemente, y mejor que ningún otro producto de la firma, esa pretensión de lujo y exclusividad al que aspiran a llegar todos los dispositivos que fabrican, a pesar de que en la práctica no sea ciertamente así. Con la llegada del Apple Watch 2 y los nuevos modelos com correas en marzo de 2016, la compañía ha podido introducir nuevas versiones enfocadas precisamente hacia este sector, mucho más que para el usuario de tecnología estándar.